Rusia pone el punto de mira en las importaciones de coches

Fábrica de Nissan en Rusia

Actualmente Rusia es junto con China y Brasil uno de los principales mercados emergentes para el sector del automóvil. Fabricantes europeos han encontrado allí (y especialmente en China) una salvación al estancamiento y caída de las ventas de coches nuevos en Europa. El mercado ruso fue capaz de doblar las matriculaciones entre 2005 y 2008 hasta alcanzar los 2,9 millones de unidades.

 

En lo que llevamos de año 2014, el mercado ruso ha crecido un 7% durante el primer semestre y todo apunta a que podría cerrar el año en torno a los 3 millones de unidades vendidas. Ahora bien, la debilidad de un sector demasiado joven, se plasma en la complicada situación política que vive Rusia. Según ha publicado un diario local, el gobierno de Putin estaría barajando la posibilidad de prohibir la importación de vehículos fabricados fuera de Rusia en el caso de que Estados Unidos y la UE endurezcan sus sanciones sobre Rusia desde que fuera derribado (por separatistas rusos) en Ucrania el avión de Malasian Airlines con 298 personas a bordo.

 

Esta opción ya se habría planteado a principios de este mes de agosto, sin embargo, se ha decidido limitar la prohibición a los alimentos (algo muy de actualidad en España ya que somos una de las regiones europeas más afectadas por el veto a frutas y hortalizas).

 

De dar el visto bueno a este veto, la medida impediría o bien, la importación de coches ya fabricados o de componentes para su producción. Esto último lo dudo mucho ya que sería echarse piedras sobre su propio tejado ya que Rusia cuenta con una gran cantidad de factorías.  Para hacernos una idea más clara de los efectos negativos que podría tener esta medida sobre las ventas de coches en Rusia, recordemos que durante los seis primeros meses del año 2014, uno de cada cuatro turismos adquiridos en concesionarios rusos era importado.

 

Ahora bien, también debemos señalar que los diez coches más vendidos en Rusia son fabricados localmente. La medida afectaría muy negativamente a fabricantes europeos instalados allí como Nissan-Renault, Ford y Opel, entre otros.

 

Fuente | El Mundo