El ya anunciado cierre de Chevrolet en Europa traerá muchos más problemas y quebraderos de cabeza a General Motors de los que la compañía norteamericana habría pensado en un primer momento. Si en un primer momento la única opción que daba GM era la de reconvertirse en concesionarios de Opel o echar el cierre, parece ser que el gigante estadounidense se ha visto intimidado por la reacción que ha tenido la red de concesionarios oficiales de Chevrolet de Europa ante tal noticia.
Centrándonos en España, hay casos de muchos concesionarios que no hace muchos meses han invertido más de un millón de euros para reformarse y adaptarse a las directrices que desde General Motors se les exigía. Por ello, es lógico y completamente normal que no quieran quedarse de brazos cruzados. Muchos se han unido formando asociaciones o agrupaciones para exigir a GM que les sean devueltas dichas inversiones económicas realizadas recientemente.