Según un reciente estudio científico realizado en el Reino Unido sobre el efecto que tiene la deshidratación del conductor sobre la conducción, se ha llegado a la conclusión de que los conductores pueden llegar a cometer el mismo número de errores al volante en comparación con una persona que haya consumido alcohol. Teniendo en cuenta el verano y las olas de calor que afectan a media España, es importante recordar el hecho de que la hidratación es importantísima al volante.
Según las pruebas realizadas a todas las personas que han sido objeto de este estudio, los conductores pueden llegar a cometer el doble de errores que si estuvieran adecuadamente hidratados. El European Hydration Institute (EHI), encargado de la investigación junto con la Universidad de Loughborough, alerta a los conductores para que mantengan una adecuada hidratación al volante con el fin de garantizar la seguridad del resto de pasajeros.
Y es que si mantenemos un adecuado equilibrio entre los líquidos ingeridos y los perdidos, todas las células funcionan en estado óptimo y, por tanto, todos los mensajes de transmisión funcionarán de manera correcta. Entre los errores más comunes que comenten los conductores que no están adecuadamente hidratados, destaca la salida involuntaria del carril, frenar demasiado tarde y salir, tocar o rebasar la línea del arcén.
Por otra parte, con una deshidratación “leve”, se reduce notablemente la capacidad física y cognitiva, e incluso pueden aparecer problemas en la función cardiovascular y termorreguladora. En casos más graves, pueden aparecer otros problemas tales como dificultad para la concentración, dolor de cabeza y somnolencia.
Debemos recordar la importancia de hidratarse adecuadamente antes de empezar el viaje y mantener el nivel bebiendo de manera periódica. Según señala este informe, es especialmente importante beber líquidos durante la mañana y mantener estas tomas durante el resto del día si vamos a estar al volante.
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