Si bien a día de hoy el mercado del vehículo de ocasión sigue siendo la primera opción de compra para la gran mayoría de familias españolas debido a las facilidades para encontrar coches en buen estado a un bajo precio y que permiten el pago en efectivo sin necesidad de financiar parte o la totalidad de la compra del vehículo. A pesar de ello, sigue habiendo personas que ante la tesitura de tener que comprar un coche, dudan si adquirir uno de segunda mano o uno nuevo.
Si se trata de un coche seminuevo o uno de ocasión que cuesta varios miles de euros, yo siempre lo digo. El coche es, tras la casa, una de las compras más importantes que hacemos a lo largo de nuestras vidas, es por ello que debemos de tomar la decisión correcta para evitar equivocaciones y problemas en un futuro. Y no sólo por el precio, sino por el tiempo que pasaremos en el propio vehículo a lo largo de nuestras vidas y mientras su correcto funcionamiento nos lo permita.
En primer lugar, lo que el comprador debe de tener claro es su presupuesto y, en función del mismo, iniciar el proceso de compra. Junto a ello, debemos de tener en cuenta otros aspectos como si el vehículo será usado todos los días, ocasionalmente o para trayectos largos. De esta manera, podremos optar por uno u otro tipo de carrocería, motor y equipamiento. Por ejemplo, si será usado para viajes largos, el coche deberá de ser espacioso, mientras que si sólo será usado en ciudad, un utilitario de pequeñas dimensiones será lo mejor.
Una vez tengamos elegido el modelo y versión que deseamos adquirir, es cuando veremos si podemos asumir o no el precio del coche nuevo. Evidentemente, en el sector del automóvil de ocasión podemos encontrar los mismos modelos mucho más baratos. Y si hacemos búsquedas concienzudas, podemos encontrar auténticas gangas procedentes de flotas de empresas, renting o directamente coches seminuevos con muy pocos kilómetros a sus espaldas.