Aunque a todos nos gustaría vivir en un mundo idílico en el que las personas actuaran de buena fe, mucho me temo que la realidad dista mucho de esto. En el mundo hay personas sin escrúpulos que no les importa sacar una buena tajada del desconocimiento de otras personas. Lógicamente, lo extrapolamos al sector del automóvil y más precisamente en el de las ventas de coches de ocasión entre particulares.
Es algo que se ha comentado en más de un ocasión pero creo que cada cierto tiempo es bueno recordar que hay “elementos” por ahí afuera tratando de vender coches con graves averías mecánicas. Juntas de culata estropeadas, graves fugas de aceite o diferentes averías que de saberlo, nos hubiera replanteado el hecho de comprar o no el coche. Además, de que su precio, bajaría de manera importante.
¿Cómo se camuflan algunas averías?
Evidentemente solo comentaremos algunas de las prácticas más realizadas para camuflar algunos tipos de averías. Son las siguientes:
- Tapar fugas con productos químicos. Se introducen en el circuito de refrigeración para tapar fugas. Este tipo de productos actúan de manera eficaz pero solamente durante un tiempo determinado. Por lo tanto, son parches temporales que no duran para siempre.
- Aditivos para la caja de cambios. Si una transmisión es demasiado vieja y hace mucho ruedo, es posible que el comprador no llegue a saberlo hasta que sea demasiado tarde. Se añaden aditivos específicos antifricción al aceite del cambio.
- Aceite más viscoso para reducir el ruido del motor. Utilizar un aceite más viscoso que el recomendado por el fabricante es inapropiado para la mecánica. Sin embargo, se suele hacer para reducir el ruido generado por el motor. Es una práctica peligrosa ya que el motor puede no lubricarse correctamente y llegar a romper alguna pieza o el bloque entero.
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