Durante estos días estamos siendo testigos de toda la promoción y estreno de la última entrega de la saga de películas del agente secreto más conocido del mundo. James Bond. La última entrega, SPECTRE, ya se puede visualizar en los cines españoles, y como suele ocurrir con el estreno de cada una de las películas de la saga, salta a la palestra los coches que son conducidos por Bond.
Si bien en esta última entrega algunos de los coches que mayor tiempo salen ante la cámara son meros prototipos como el Jaguar C-X75 o meras creaciones para la ocasión (como el Aston Martin de James Bond), si echamos la vista atrás a las primeras entregas de esta saga de espías, vemos que muchos de los coches protagonistas están accesibles en el mercado de ocasión. Una forma de tener al alcance de muchos bolsillos una auténtica joya clásica sobre ruedas.
Y es que si nos fijamos en los vehículos que hicieron acto de presencia en las películas más clásicas de la saga, encontramos algunos coches que podemos encontrar en el mercado de ocasión a un precio bastante asequible (si lo comparamos con lo que costaría nuevo). Por ejemplo, en la película protagonizada por Pierce Brosnan en los años 90 (película Goldeneye), se ponía a los mandos de un BMW Z3. Un descapotable que podemos encontrar por algo más de 8.000 euros.
Otros modelos muy interesantes que pueden estar a nuestro alcancees el BMW 750 que hizo acto de presencia en la película “El mañana nunca muere”, también protagonizada por Pierce Brosnan. En este caso y si buscamos muy bien por la red, podemos dar con alguna unidad que esté por debajo de los 30.000 euros, aunque no es sencillo encontrar un 750 económico en buen estado.
Por último y en tercer lugar, me gustaría destacar el Rolls-Royce Silver Shadow, un modelo visto en “Licencia para matar”, la última entrega en la que Timothy Dalton se puso en la piel del agente secreto y que es posible adquirir por 10.000 euros. Sí, un Rolls-Royce por poco más de 10.000 euros.