En más de una ocasión hemos hablado sobre los efectos negativos que tiene adquirir un coche de ocasión con numerosos años de antigüedad, un alto kilometraje y con las pocas garantías que supone comprarlo a un particular. A esto, debemos sumar el bajo tiempo de garantía que ofrecen los talleres de coches en España. Por lo tanto, cuando tenemos un vehículo de estas características y tenemos que hacer frente a una reparación de junta de culata o bloque motor, es cuando nos preguntamos si realmente la garantía de tres meses que ofrecen los talleres es suficiente.
La verdad es que no. Y más aún, entrando en detalles sobre las reparaciones de junta de culata. Una de las reparaciones más caras a las que los conductores tienen que hacer frente y tras haber tenido que desembolsar una cantidad de dinero que roza de media los 1.000 euros, al cabo de un año puede aparecer el problema de nuevo si la reparación no ha sido realizada correctamente. Por lo tanto, en este aspecto estamos totalmente indefensos si nos decidimos a realizar dicha reparación.
Ahora bien, ¿Es todo negativo? Ni mucho menos, con este tipo de cuestiones lo que queremos hacer ver es que si por un motivo u otro estamos obligados a comprar un coche de segunda mano, barajemos distintas opciones. No es lo mismo comprar un coche usado con 15 años a un particular por 1.500 euros, que hacer lo propio con uno de edad similar a un concesionario. Sí, el precio será algo superior pero el modelo nos dará menos problemas.
Uno de los principales motivos es la garantía y otro, la revisión del mismo. Todos los concesionarios (sean oficiales o de ocasión) revisan de manera profunda todos los coches que van a vender a particulares y empresas para asegurarse de ofrecer un producto de calidad (dentro de sus posibilidades) y así evitar sustos. Seamos sinceros, si un concesionario vende un coche de ocasión, lo último que quiere es que dentro de ese tiempo de garantía que nos ofrecen, tenga que hacer frente a una reparación importante por no haber tenido el vehículo una revisión y certificación previa.
Fotografía | ABC
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