Según un reciente estudio realizado por Ganvam a un total de 800 conductores entre los que había compradores de coches de ocasión a particulares y posibles compradores, se ha llegado a la conclusión que hasta un 52% de las personas se arrepiente de haber comprado un coche de segunda mano a un particular en lugar de haberlo hecho a un profesional como un concesionario de ocasión.
Las razones que llevan a muchas personas a decidirse a comprar un coche usado a un particular en lugar de hacerlo a un profesional es la diferencia de precio. Sin embargo, la gran mayoría dicen que se arrepienten ya que a la larga, “lo barato sale caro”. Por otra parte, según este estudio, aquellos que se decantaron por el canal de particulares se gastaron una media de 3.000 euros por coche, en lugar de los 6.000 euros de media que usaron aquellos que recurrieron a los profesionales del sector.
Otro dato curioso que podemos sacar de este estudio realizado es que de dichos 800 conductores encuestados, hasta un 13% se arrepienten de haber comprado un coche a un amigo o familiar cercano. En definitiva, esta mala experiencia que afirman haber vivido muchos conductores con el canal de particulares es debido a que a la larga, han tenido que hacer frente a numerosas reparaciones con las que si hacen cuentas, en realidad no han ahorrado nada de dinero.
Además, debemos recordar que hasta el 94% de los tratos realizados entre particulares no incluyen garantía alguna, algo que caracteriza a las ventas cerradas en concesionarios de ocasión ya que en este caso, se hacen uso de contratos con cláusulas poco abusivas y se ofrece una media mínima de un año de garantía, por tanto, el cliente siente la sensación de estar protegido ante cualquier contratiempo mecánico que pueda surgir con su vehículo.
En Autofesa | ¿Puede desaparecer el concesionario de ocasión de toda la vida? Un futuro incierto