Cuando nos disponemos a vender nuestro coche, uno de los principales problemas con los que nos encontramos es encontrar un precio real y justo para nuestro vehículo. Tasar un coche de ocasión es bastante más sencillo de lo que nos podemos imaginar aunque debemos de tener una gran cantidad de factores en cuenta para encontrar una cifra real que nos permita ganar lo máximo posible con la venta, que el comprador page lo que sea justo y que podamos venderlo cuanto antes.
Estas tres últimas pautas son lo que todos los propietarios desean a la hora de vender un coche de segunda mano. Sin duda alguna, la pregunta del millón es la siguiente:
¿Cuánto vale mi coche?
Como ya he dicho, para conocer dicho valor real, deberemos de tener en cuenta multitud de factores que harán añadir o restar valor al precio final del coche. Lo primero de todo que deberemos de hacer es buscar nuestro mismo coche para hacer un pequeño ‘estudio de mercado’ y comprobar sobre qué precios se están vendiendo. Si no encontramos el mismo modelo, deberemos de buscar otros similares. Una vez localizados varios modelos, apuntaremos su coste para tenerlo en cuento más adelante.
Ahora veremos los diferentes factores que pueden añadir o restar valor a nuestro coche a la hora de ser tasado.
Pintura y Carrocería
Si la pintura y la carrocería se encuentran en buen estado, sumará valor a nuestro coche. Sin embargo, si la pintura se encuentra en mal estado por haber pasado el coche años en la calle y el sol la ha estropeado, no hará más que restar valor al precio del vehículo. Con la carrocería ocurre lo mismo, si tiene alguna grieta o desperfecto, el valor real de nuestro coche se verá empobrecido.
Un consejo muy bueno a tener en cuenta es intentar reparar la carrocería de nuestro coche antes de ser vendido. Si conseguimos dejarla lo mejor posible, habremos hecho que nuestro coche en lugar de tener un valor de 1.000 euros, pueda ser vendido por el doble (tomando cifras bote pronto). La mayoría de coches de ocasión que encontramos en el mercado no tienen ajustado su precio real (sobre todo si los vendedores son particulares) al estado de su carrocería y pintura.