El viento es uno de los fenómenos meteorológicos más incómodos e impredecibles. Se puede producir a cualquier hora, cualquier día, con tiempo soleado o nublado, con nieve, lluvia… lo que complica aún más la circulación.
No se ve, pero es tan peligroso o más que la lluvia, la niebla o la nieve. El viento es uno de los fenómenos meteorológicos más incómodos a la hora de conducir. Impide mantener la trayectoria deseada -obligando a corregir constantemente el volante-, frena enérgicamente el coche cuando actúa de frente o incrementa nuestra velocidad si empuja por detrás. Como además no suele actuar con la misma intensidad, sino que lo suele hacer de forma racheada, la situación es aún más complicada, pues nos obliga a realizar correcciones sobre el volante para mantener la trayectoria necesaria.